XIX

"No puedo poblar ya tus desiertos de diestras arquitectónicas hablas,
ni habitar las casa tumefacta de mesiánicas voces ,
ni alegorías de las mesas hago a manteles,
esporádicas,
mis visitas,
son viajes anunciados sin andenes,
no puedo sacrificar despachos,
no puedo reavivar escalones,
ni cabalgar mesillas,
ni volver alas los restos de arroz,
no puedo subir casi, a un primero,
ni con un traje de baño,
ni con una voz volcánica
no puedo emerger de los retretes olas,
ni volver cascadas las cisternas,
mi fe poética me viste ahora en ridículos pantalones cortos,
no puedo volver, no, nube la pintura de tu rostro,
ni reguero tu llanto,
ni cornisa de suicida el labio rojo de tu boca,
ya ni en tu cuello blanco esquío con bastones sin punta,
ya ni entre tu pecho un sendero camino reducido entre senos coronados de túmulos rosas,
ni en tu ombligo me paro para ver el principio a través del monóculo de la vida,
, no me sumerjo ya en tu sima
para tocar tu vientre en lanzada profecía con manos de espuma ardiente donde exhalo,
de creencia agotado hoy miro simplemente los cristales empañados
viendo que el mantel es solo un mantel
y ya no un anuncio de carnales entregas a este barro
y entonces, silenciosa, mi boca deja de producir tantas palabras."

Rezgo Reis

Pasar hoja-->